Los lentes de seguridad fueron diseñados como una necesidad para proteger los ojos de los trabajadores como una respuesta a la salud ocupacional y a la evolución de diferentes derechos laborales, pero también se fueron adaptando a las diferentes tecnologías, que han estado disponibles en cada época.
En un principio las tecnologías se centraron en lograr una fabricación más rápida, accesible y fácil de producir, y diferentes compañías tuvieron una participación estelar.
Fue en el año de 1947 que se descubrió el CR39 (diallyl diglycol carbonate) una resina que prometía grandes resultados y de hecho evoluciono la industria óptica, pues tenía un índice de refracción muy bajo de solo 1,498, y una resistencia aceptable y tiene como principales ventajas ofrecer una menor densidad (1,32 g/cm3 ) y una mayor resistencia
En 1992, Industrias de Óptica S. A. (INDO) introdujo al mercado un material con un índice de refracción de 1,523 al que denominó Superfin (Artus et al., 2008) y que pertenece a la misma familia química del CR-39, pero la mitad de su composición contiene un oligómero de poliéster aromático y una combinación significativa de sodio y calcio que, además de incrementar su índice de refracción, también modifica sus propiedades mecánicas, entre ellas la resistencia.
y fue justamente con la introducción de diferentes compañías y muy distintos grados de resistencia que se crea una norma de referencia que pudiera establecer un mínimo de calidad con pruebas muy concisas para la evaluación de distintas pruebas de impacto y penetración.
y así paralelamente a partir de 1996 comienzan las pruebas con tratamientos antirayaduras que fueron creados a partir de la inmersión de los lentes en lacas de dióxido de silicio (SiO2 ) para así poder fabricar lentes más delgados y resistentes pero resulto un material ideal para proteger de las rayaduras.
Se encontró posteriormente en pruebas que aplicando estos tratamientos absorbían muy poco o casi nada de luz UV hasta 99.9% menos de los rayos de luz UV y UBA,
Fue en el año 1997 con distintos fabricantes en el mercado que se establecen las siguientes normas de referencia para la fabricación de lentes. La norma Z80.1 para lentes para uso de corrección óptica y la Z87.1 para lentes de uso industrial de parte de la American National Standars Institute (ANSI, 1997, 2003). Por supuesto fue necesario incluir ciertos estándares para que los fabricantes hicieran sus pruebas.
Simultáneamente los trabajadores y empleadores encontraron que bajo ciertos procesos los lentes se empañaban, no fue sino hasta la revisión de la ANSI Z87.1+ que se incluye en ella la necesidad de incluir pruebas para los lentes antiempañantes
Ya explique entonces que ha sido una evolución la incorporación de tecnología para evitar que la humedad o el agua se condense súbitamente en los lentes, evitando por cierto tiempo la visión del trabajador
Los tratamientos aplicados a los mismos y el cambio en el proceso de producción a generado que el lente se vuelva Hydrophobic, es decir que rechace la tensión molecular del agua evitando que se adhiera al lente.
Pero de la misma manera el tratamiento más reciente llamado Hidroshield, una tecnología patentada de Uvex y que permite evitar hasta 90 veces que el agua se condense o empañe el lente incorpora en el interior un efecto Hydrophilic es decir condensa rápidamente el agua permitiendo que en lugar de condensarse se vuelvan gotas ligeramente grande que desciendan rápidamente por el lente y en combinación con el primero evita que el agua empañe el lente bajo ningún efecto.
Cabe mencionar que estos tratamientos antiempañantes en los lentes son permanentes, que no necesitan de aplicarles mantenimiento ni químicos adicionales de ningún tipo.
Dentro de la pruebas más utilizadas para medir la resistencia de los lentes a los impactos se encuentra la denominada Drop Ball Test, que fue aprobada desde el año 1971 (OLA, 1998) y consiste (Stephens, 1995) en dejar caer un balín de acero de 0,56 oz (15,8757 g) y 5/8 in (1,5875 cm) de diámetro a una altura de 50 in (127 cm) y una velocidad de 5 m/s. lo que hace consistente esta prueba con la aplicada por la ANSI Z87.1 para una prueba básica de resistencia.
Durante los inicios de los primeros estándares de calidad se realizaron pruebas a diferentes grupos a los que se les aplicaban tratamientos como los de Antirreflejante, Antiempañamiento, Anti rayaduras, los resultados fueron concluyentes.
Los dos últimos no afectan la calidad de la lente No se debe olvidar que cuando se aplica antirreflejo, además de medir la resistencia del material en que esté fabricado el lente, también se utilizan pruebas de estrés como ASTM D794 (calor seco), ASTM D543 (solventes químicos), ASTM D4329 (exposición a luz UV) y DIN 58196 (agua salada hirviendo), para verificar la resistencia y dureza del material. Es decir un tratamiento anti reflejo si afecta la dureza del lente,
los lentes sin ningún tipo de tratamiento tienen mejor respuesta y mayor resistencia a los impactos, y llegan a presentar daño con disparos a velocidades de 63,97 + 5,46 m/s.
En lentes con tratamiento anti rayaduras y antiempañantes Las velocidades en esos estudios fueron de 50 a 62 m/s, generados a un balín de acero de 6,35 mm de diámetro, disparado por una pistola neumática.
Los lentes con tratamientos anti reflejos únicamente toleraron velocidades entre los 29,58 y los 46,19 m/s. Presentaron una baja resistencia.
Tras el análisis de los diferentes estudios, se puede afirmar que el tratamiento antirreflejo influye de manera directa en la disminución de la resistencia a los impactos ofrecida por cualquier material usado en la fabricación de lentes oftálmicos, con independencia de su espesor central, así mismo en esos estudios comprobó que el policarbonato es más resistente a los impactos que el CR39, hasta 16 veces más resistente. pero también puede verse afectado por el tratamiento anti reflejo independientemente de su espesor.
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2 comentarios
Taylor Abrams
My uncle had fogging problems with his safety glasses during his most recent woodworking job, which made it difficult for him to see and frustrated him. Acknowledging the need of unobstructed vision for safety, particularly while using power tools, he is currently searching for anti-fog safety glasses to guarantee the best possible protection in his workshop. I appreciate your assistance in clarifying how the requirement for safety glasses to safeguard employees’ eyes was addressed in order to address occupational health and safety. evolution of various labor laws, but they also made adjustments for the various technology accessible in each era. https://c-clearantifog.com/Anti-Fog-Spray-s/107.htm
Percy Rodrigo
Saludos desde Perú.
Quisiera mas información sobre los Antiempañantes, sus uso y tratamiento.